Metallica - Black album

     Y los reyes llegaron a la cima. Sus anteriores trabajos eran magníficos, la fama les acompañaba y eran los reyes del trash metal junto con Anthrax, Slayer y Megadeth (The Big Four). Sin embargo, sus componentes siempre buscaban algo más, sabían que estar ahí arriba en un panorama musical donde mandaban las ventas de discos era muy complicado, pero de repente, esa búsqueda se materializó al escuchar el disco Dr. Feelgood de Mötley Crüe quedando absolutamente fascinados por su sonido, así que decidieron que tenían que grabar con Bob Rock. A partir de ahí todo cambio: la forma de crear y grabar, así como también consiguieron un sonido más cercano.
     Bajaron las revoluciones con respecto a sus anteriores discos para salirse del camino del trash puro e iniciar un nuevo camino, y es aquí donde por fin podemos escuchar la característica voz de James Hetfield (ya esbozada en el ...And justice for all), una guitarra más potente pero menos rápida y por fin podemos escuchar el bajo de Jason Newsted gracias a la tan cuidada y novedosa grabación.

     Sobre las canciones tenemos que decir que pocos discos tienen un comienzo tan espectacular y es que Enter Sandman parecía destinada a abrir un disco que alcanzaría la gloria y nos advertiría de lo que ibamos a escuchar: algo nuevo y que pasaría a la historia. Desde la primera vez que la escuchamos no cabe ninguna duda de que será el tema que abrirá todos los conciertos se convertirá en uno de los temas top de Metallica. Que más podemos decir un disco donde tenemos The unforgiven, Nothing else matters y Sad but true. Nos encontramos ante una sucesión de temas míticos y que han pasado a la historia por la puerta grande. 
     Muchos de los fans del trash metal consideran este disco como el más comercial de Metallica por usar riffs machacones y sencillos que gustarían a gran parte del público. Es el eterno debate entre si un grupo se convierte en comercial y por eso vende o porque vende se convierte en comercial. Debate del cual no estarán exento nadie de este mundillo.

     El año pasado se cumplieron 25 años de su lanzamiento y, por desgracia, podemos decir que es uno de esos tantos cantos del cisne que ha tenido el rock antes de ser dado por muerto, en este caso para dar paso al grunge ya que su publicación coincide con los debuts de Pearl Jam y Nirvana. 

     Lo mejor: el sonido potente y pesado que acompaña a todas las canciones. 

     Lo peor: nada.